1 de enero de 2010

Paradoja I

Mi nacimiento no fue trascendental, al menos eso pienso. Nací a fines de 1971, y mi infancia transcurrió en un barrio de clase media baja de el departamento de Rivadavia, allende a la capital de la provincia de San Juan, Argentina, en casa de mis abuelos maternos.

En mis recuerdos se entremezclan imagenes de la escuela primaria, juegos con los amigos de la cuadra, y gratos momentos familiares en las piletas al pié de los cerros o en la rivera del rio San Juan. Mi abuelo trabajaba de camionero en una empresa de obras viales, y mataba el tiempo entre cargas y descargas, leyendo algún Dartagnan, Nippur, El Tony (y tambien las Intervalo, porque no), que conseguia en casas de intercambio. El regreso de mi abuelo, que tomaba de una a cuatro semanas, depende lo lejano de el trabajo, era esperado por mi con gran expectativa, no solo para volver a verlo, sinó para leer los numeros que había conseguido de las revistas en el ultimo intercambio.

Es que, para un chico que dificilmente se había alejado más de 100 kms de su casa, era la oportunidad de viajar...viajar en el tiempo y el espacio. Viajar a la antigua Sumeria con Gilgamésh el Inmortal y ser transportado a traves de la historia, real y fantastica, hasta un posible futuro...para volver de nuevo al comienzo de los tiempos. Conocer al incorruptible y errante Nippur, contemporaneo de Gilgamésh en los tiempos de los akkadios y los hititas, y las ingeniosas adaptaciones de sucesos reales donde el Incorruptible era observador o protagonista.

Fueron muchas e inspiradoras las historias, conocí a la mafia en las viñetas de Savaresse, el heroismo en Aqui la Legión, Chindits o Aguila negra, disfruté de magnificas aventuras en el viejo oeste de Larrigan de Misouri y Jackaroe, y por supuesto las deleitables historias de mi pais con el gaucho Martín Toro, el cabo Savino....y la lista es interminable de epocas y viajes soñados y vividos en la imaginación. Si a esto le sumo Star Trek, Galactica, Buck Rogers y demás series televisivas, podría decir que gasté gran parte de mi infancia y adolescencia leyendo y viendo pavadas.....pero es que.....
Con esas historias, surgidas de la imaginacion de personas desconocidas para mi, aprendí a reir y a llorar, conocí el miedo y la ansiedad, el heroismo y el amor.

A medida que crecía, otras cosas ocuparon mi vida. La mudanza a Buenos Aires fué uno de los más importantes para un provinciano. Tuve que adaptarme a otro ritmo de vida, más veloz y más arriesgado. Pero algo dentro de mí anhelaba los fantasticos viajes que en mi imaginación hacía, y a medida que crecía y veía que la ciencia y la tecnología lo hacian, pero mucho más rápido que yo, me preguntaba: Y si un día pudiera realmente visitar esos lugares? Pero no hoy ni mañana,.....y si pudiera realmente visitar los lugares en la epoca en que estaban ambientadas las historias?
Si eso algún dia fuera posible, la aventura por fin se convertiría en realidad.

Comencé a devorar todo tipo de información al respecto, y orienté mis estudios en esa linea. Con el paso del tiempo, ironicamente, mis teorías sobre el viaje en el tiempo revolucionaron el mundo cientifico, ya que en ellas había logrado aunar el viaje temporal y el espacial como algo intimamente relacionado. Claro, la idea de viajar, por ejemplo, a 10 años luz de distancia a la mitad de la velocidad de la luz, y a la vez retroceder 20 años en el tiempo, haría que los viajeros tardaran más en subir y bajar de la nave que en viajar! y esto sonaba más que interesante para cualquier cientifico.

Pero mi sueño no era alejarme del planeta, no por ahora al menos. Yo quería viajar por la historia del mismo, conocer el amanecer de los tiempos, el origen del hombre, las ciudades antiguas, buscar Sumeria, Lagash,....la Atlantida? y si existió?.... y Lemuria?
Las fantasias de mi infancia fueron el motor de mi trabajo, y nada me detendría ahora que contaba con apoyo de la colectividad cientifica, aunque sabía que muchos de ellos solo querían fama y reconocimiento a mis expensas, y con el patrocinio de los principales gobiernos mundiales. Todo desde aqui, Argentina, y a mis 40 años.

Todo cambió el año 2012, el año del Primer Contacto.

Continuará...

1 comentario:

Toluuuu dijo...

¿No nos hemos conocido antes en algún punto de nuestra imaginación? Tus viajes me suenan al igual que los de muchos otros.
Este viaje es nuevo, y espero que lo que me prometes, lo hagas realidad.
Sigue así, que lo haces bie. Puedes considerarte, si no escritor, al menos relatista.
Saludos Desde el otro lado.